Desde
el 2011, según datos oficiales, sabemos que en el Ecuador 6 de cada 10 mujeres
han sufrido algún tipo de violencia en el ámbito familiar, es decir: física,
psicológica o sexual, según la clasificación más generalizada. El fenómeno de
la violencia intrafamiliar es complejo y multidimensional y sus impactos son
variados.
Una de
las consecuencias de la violencia intrafamiliar es el efecto negativo en la
macro y microeconomía de un país. Según
datos del Banco Interamericano de Desarrollo, los costos de la violencia
intrafamiliar, en la microeconomía, se puede dividir en cuatro categorías:
costos directos, efectos no monetarios, efectos multiplicadores económicos y
efectos multiplicadores sociales. Los costos directos incluyen el valor de los
bienes y servicios (servicios de salud, unidades judiciales, entre otros) destinados
a la prevención, atención a las víctimas, y sanción a los agresores. Entre los efectos multiplicadores económicos
tenemos menor participación de las mujeres en el mercado laboral, menos
productividad laboral, ausentismo, alta rotación de personal, pérdida de
talento humano capacitado y el presentismo.
Las
mujeres víctimas de violencia intrafamiliar son menos productivas en su trabajo
lo que constituye una pérdida directa para la producción nacional. A su vez las
mujeres que son menos productivas tienden a ganar menos ingresos y esto, a su
vez, implica un menor gasto de consumo y un consecuente menor nivel de demanda
agregada. Además, la violencia intrafamiliar requiere del uso de escasos
recursos (incluyendo gastos en los sistemas policiales, judiciales y la
provisión de servicios sociales) que, de lo contrario, podrían ser usados para
otros propósitos. Cabe indicar también los impactos sociales como la reducción
en la calidad de vida de las personas, así como daños no cuantificables como el
entorpecimiento del desarrollo de niños y niñas que viven en hogares violentos.
De acuerdo al estudio “Una aproximación a los costos de la violencia y la inseguridad en
México”, de marzo de 2014, realizado por el Instituto para la Seguridad y la Democracia, A.C. “un estudio del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID, 2000) calculó el total de las pérdidas económicas en México a
causa de la violencia en 12.3% de su PIB total”.
En el Perú, de acuerdo
a la investigación, “Los costos
empresariales de la violencia contra las mujeres en el Perú”, de marzo de
2013, realizado por la Cooperación Alemana al Desarrollo-GIZ: “La violencia
contra las mujeres ocasiona consecuencias laborales significativas, reportadas
por las propias trabajadoras y trabajadores. En el Perú, producto de la
violencia contra las
mujeres, se deja
de trabajar casi
70 millones de días por año,
representado una pérdida mínima de 6.744 millones de dólares americanos, un
equivalente a 242 mil 872 personas tiempo completo que han dejado de producir
durante un año. Considerando el Producto Bruto Interno (PBI) del Perú
(estimaciones a mayo de 2012), el costo empresarial de la violencia contra las
mujeres oscila entre 3.7% y 3.9% del PBI”.
En el Ecuador, según
un estudio denominado “Los costos invisibles
de la violencia contra las mujeres para las microempresas ecuatorianas”,
realizado por Cooperación Alemana al Desarrollo-GIZ, de agosto de 2013:
“Consecuencia de la violencia de pareja, estos representan un gasto anual de
185 dólares por mujer, ascendiendo a la suma de 22'922.000 dólares anuales; un
equivalente al 9% de todos los ingresos generados por las mujeres víctimas de
violencia en el último año. Los gastos de bolsillo de las microempresas que han
sufrido violencia anterior al último año, son 13,5% más altos (USD 214); un
equivalente a 63'876.000 dólares”.
Por lo dicho es
importante alentar a las empresas y negocios en general, a tomar acciones
efectivas para prevenir la incidencia de la violencia intrafamiliar entre sus
trabajadoras y trabajadores, disminuyendo así los costos micro y
macroeconómicos, en este sentido el Centro Ecuatoriano para la Promoción y
Acción de la Mujer, CEPAM con más 30 años de experiencia ayudando a construir
metodologías de prevención y atención a las víctimas de la violencia
intrafamiliar, coadyuvando al desarrollo económico del Ecuador, busca apoyar a
las empresas, negocios e instituciones a establecer rutas para disminuir la
violencia intrafamiliar.
Reducir la incidencia
de la violencia intrafamiliar en la vida de las mujeres trabajadoras protege la
capacidad productiva de un negocio o empresa, que lo redunda en mantener su
autonomía económica que es parte de la reparación de los proyectos de vida de
las víctimas de violencia intrafamiliar, por lo que para nuestra organización
es imperativo asegurar los espacios productivos y laborales para las mujeres.
Como institución
estamos comprometidas a coadyuvar a que las mujeres ejerzan su derecho a una
vida libre de violencia, garantizando su participación como sujetas activas del
empoderamiento económico de la sociedad.
Escrito por: Consuelo Bowen Manzur
Twitter: @consuemary
He leido con atención este interesante artículo, considero un importante análisis de la violencia intrafamiliar y su impacto en la economía de nuestro País.
ResponderEliminarFelicitaciones a la autora.
Ing. Pedro Pablo Jijón O.
Es algo que está afectando al todo el mundo la violencia intrafamiliar y tenemos que hacer algo para controlar esta enfermedad por que eso es
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