martes, 14 de abril de 2020

LAS MUJERES FRENTE A LA ECONOMÍA EN TIEMPOS DE PANDEMIA (PRIMERA PARTE)

En el Ecuador mediante Acuerdo Ministerial 126-2020, de 11 de marzo de 2020, el Ministerio de Salud Pública, declaró el Estado de Emergencia Sanitaria, para impedir la propagación del COVID -19. El 16 del mismo mes y año, mediante Decreto Ejecutivo No. 1017 el Presidente de la República, declaró el Estado de Excepción por calamidad pública a propósito del COVID -19.

El Estado de excepción suspende o restringe el derecho al libre tránsito y la libertad de reunión y asociación con el objetivo de mantener una cuarentena comunitaria obligatoria, para contener el contagio de la enfermedad. Salvo algunas excepciones referidas a la atención médica, distribución de alimentos y sectores de producción del país de los llamados estratégicos. Así mismo se suspendió la jornada presencial de trabajo, quedando habilitados solo los servicios relacionados a los ámbitos ya mencionados. 

De acuerdo a un informe de abril 2020 del BID, realizado por el Departamento de Países Andinos, “Ecuador es uno de los países más afectados económicamente por el avance del virus COVID-19 debido a su dependencia de los precios del petróleo y a su relación comercial con China, Estados Unidos y otros países afectados por el virus. El precio actual del barril de petróleo (US$26 para el WTI) está por debajo de los 51 dólares por barril incluidos en el presupuesto de 2020. Esto afecta a los ingresos del Estado, ya que los ingresos del petróleo cayeron en los dos primeros meses del año un 27,6%15, aunque los menores precios del petróleo también reducen el costo de los subsidios.


¿Cómo impactan estas condiciones en el desenvolvimiento económico de las mujeres que trabajan fuera del hogar? La respuesta a esta pregunta debe dar cuenta de las líneas correctas y las medidas adecuadas, para palear la crisis económica que está presente junto a la crisis sanitaria.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en un comunicado de 11 de abril de 2020 hizo un llamado a los Estados a incorporar la perspectiva de género en la respuesta a la pandemia del COVID-19 y les recomienda “partir de un enfoque interseccional en todas las respuestas de los Estados para contener la pandemia, teniendo en cuenta los distintos contextos y condiciones que potencializan la vulnerabilidad a la que las mujeres están expuestas, como la precariedad económica, la edad,…”

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calculó que la crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19 ha destruido al menos 14 millones de empleos en América Latina, especialmente en el comercio y los servicios. “Estamos ante una destrucción masiva de empleos”, dijo el director regional de la OIT Vinícius Pinheiro, en un comunicado de 8 de abril del corriente año, que realizó la entidad. Se señaló además, que el virus causa en la región, la pérdida de 5,7% de las horas laborales en el segundo trimestre. Los sectores más expuestos al riesgo, de acuerdo con la OIT, incluyen los servicios de hospedaje y restauración, la manufactura, el comercio minorista y las actividades empresariales y administrativas. Es decir, los segmentos donde hay mayor presencia femenina.

En la próxima entrega continuaremos profundizando sobre las mujeres frente a la economía en tiempos de pandemia.


Escrito por: Consuelo Bowen. 

Twitter: @Consuemary

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