jueves, 16 de abril de 2020

LAS MUJERES FRENTE A LA ECONOMÍA EN TIEMPOS DE PANDEMIA (SEGUNDA PARTE)

A nivel mundial, de acuerdo con el Informe Temático de 2019, de la OIT, titulado “Mujeres en el mundo del Trabajo”, Las mujeres se concentran en determinados oficios como el comercio y, fundamentalmente, los servicios. En concreto las mujeres son mayoría en el empleo del sector de servicios comunales, sociales y personales (64 %)

En el Ecuador, en el 2019, antes de la pandemia, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el índice de empleo adecuado en el país fue del 44,8% para hombres, frente al 30,6% para mujeres. Para diciembre 2019, el ingreso laboral promedio de un hombre con empleo es USD 345,5; mientras que para una mujer con empleo es de USD 292,7. De acuerdo al Atlas de Género que en le 2018 presentó el mismo INEC, las mujeres con empleo adecuado se sitúan con frecuencia en el comercio y en los servicios. Sí los sectores más afectados por la pandemia.

Existen áreas donde el porcentaje de participación de la mujer es mucho menor así construcción (6 %), transporte y almacenamiento (9 %), explotación de minas y canteras (15 %), entre otros ejemplos. En tanto hay otros ámbitos donde sube notablemente la presencia femenina, como son los servicios domésticos (94 %), enseñanza (67 %) o servicios sociales y de salud (66%). De acuerdo a la OIT las mujeres seguimos mayoritariamente en ocupaciones relacionadas a los cuidados. 


Por otra parte, las mujeres de acuerdo a ONU MUJERES (2017) son aproximadamente el 47% del trabajo informal en Ecuador, otro sector impactado negativamente por las actuales condiciones. 

Las mujeres enfrentamos condiciones de desigualdad con respecto a los hombres, en términos laborales, no solamente por la poco presencia que tenemos en puestos directivos de mejor remuneración, sino porque de acuerdo a las cifras del INEC, 2012, las mujeres en Ecuador destinamos en promedio cuatro veces más tiempo a las ocupaciones del hogar o domésticas, que los hombres. En promedio, la mujer dedica 31,49 horas mientras el hombre dedica 9,09 horas. Una diferencia de 17,53 horas.

El gobierno ecuatoriano deberá dar lectura a datos como estos, para asegurar que las mujeres ecuatorianas seamos parte de la solución. Por ejemplo, en una publicación de Annette Ssemuwemba, en World Economic Forum, de 27 de marzo de 2020 se indica que el comercio electrónico tiene el potencial de establecer condiciones de igualdad para las mujeres en los países en desarrollo, por lo que los estados y la sociedad civil deben garantizar el acceso digital a las mujeres. 

“Para las microempresas y las pequeñas empresas (MIPYMES)propiedad de mujeres, especialmente las de los países menos adelantados el potencial del beneficio es aún mayor. ¿Por qué motivo? Porque los espacios digitales deberían proporcionar a hombres y mujeres las mismas oportunidades. Asimismo habida cuenta de las barreras culturales existentes en algunas sociedades que exigen que las mujeres se queden en casa, el comercio electrónico ofrece a las mujeres la libertad de trabajar desde casa mientras amplían sus negocios…” Reducir la brecha digital para las mujeres, en la misma publicación refiere a estudios realizados en varios países e indica que una vez en línea las mujeres tienen entre un 30 y 50% menos de probabilidades que los hombres para aumentar sus ingresos o participar en la vida pública.


Cabe indicar que las mujeres que tienen pequeños emprendimientos enfrentan dificultades para mantenerlos y crecer, por lo que muchas veces terminan diluyéndose en el mercado, esto de acuerdo a lo que indica la Agenda Nacional para la Igualdad de las Mujeres y Personas LGBTI, 2018-2021 y los datos de “la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias, en 2016, el crédito promedio otorgado a las mujeres alcanzó la suma de $ 1.318,78 dólares, en tanto que entre los hombres el valor es superior: $ 2.348,64 dólares. Ello indica, que los recursos a los que acceden las mujeres en promedio, están muy por debajo (56,17% menos) de los que se otorgan a los hombres. El acceso a recursos financieros incide de forma directa en el crecimiento de los emprendimientos productivos, apenas el 18% de mujeres son propietarias de empresas grandes, cifra muy por debajo del 82% de hombres propietarios; y, a pesar que la brecha se reduce un poco, la diferencia también es grande entre las propietarias (30,3%) y los propietarios (69,7%) de las pequeñas y medianas empresas (PYMES)…” 

Una medida importante en este sentido sería ampliar la conectividad y propender a la educación digital de las mujeres, a fin de que desde nuestras casas podamos emprender por ejemplo en el comercio electrónico, lo que supone abrir líneas de crédito dirigidas a nosotras. Las mujeres tenemos la capacidad de involucrarnos en la vida económica y política del país. Debemos hacerlo. 

Escrito por: Consuelo Bowen.

Twitter: @Consuemary 

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